Cada uno en su lugar, desde los árboles, jardines, selvas, pueblos y ciudades,
países, continentes, la tierra entera!
Las galaxias; nuestra galaxia! recibiendo sabiduría del cielo, por la subsistencia de las especies, de nuestra Madre Tierra, sabiduría tan necesaria para corregir, enderezar, distinguir.
Existimos completamente, amarrados al cordón umbilical del universo de miles de soles, estrellas, planetas.
Todos somos hechos del sagrado maíz, somos seres perfectos, que nunca olvidamos a nuestros Dioses ni los regalos de ellos que nos dan a través de sus enseñanzas y sus bendiciones.
Buscamos incansablemente, ser seres agradecidos, con el desarrollo espiritual y la experiencia. Nos encontramos en esa búsqueda del balance perfecto entre nuestra mente, alma, espíritu y corazón para llenarnos cada día del amor universal que nos da nuestra Madre Tierra con cada abrazo que recibimos de nuestro abuelo sol.